¿Cuánta atención dedicas al cuidado de las encías en tu ritual habitual de higiene bucal? Estamos seguros de que, salvo que las notes especialmente enrojecidas o sangren, no les haces demasiado caso a una de las partes más importantes de la cavidad bucodental.
Porque aunque tú no lo sepas, no prestar atención a las encías y que estas contraigan alguna enfermedad puede generar grandes problemas a tu salud bucodental, dando lugar a patologías con graves consecuencias. Unas encías enfermas pueden hacerte perder piezas dentales o desarrollar una gingivitis, una periodontitis, una recesión… Por eso el cuidado de las encías es tan importante y hoy te contaremos cómo realizarlo correctamente.
Tres gestos para el cuidado de las encías:
Hoy queremos insistir en la importancia que tiene la vigilancia y el cuidado de las encías para prevenir problemas dentales que pueden culminar en la pérdida de piezas y el consiguiente tratamiento de implantología posterior. Por eso, si quieres evitarlo, deberías seguir estas tres prácticas que resultan tan sencillas como efectivas cuando se trata de cuidar las encías:
1.- Adoptar unas adecuadas pautas de higiene bucal.
Sin duda, es la fórmula secreta para tener una encías fuertes y sanas. Utilizar el cepillo y la pasta dental tras cada comida no basta y para el cuidado de las encías debes incluir el uso de hilo dental y enjuagues bucales. Cada cierto tiempo, dales un masaje con los dedos después de lavarte los dientes y antes del enjuague para favorecer la circulación de sangre a la vez que te darás cuenta si tienen algún bulto raro.
2.- Introducir el uso de cepillos interdentales e irrigadores dentales.
Sobre todo si tienes problemas de placa dental, si estás realizando un tratamiento de ortodoncia o si llevas implantes en tu boca. Es la mejor forma de tener una limpieza profunda que mantenga a raya la posible presencia de bacterias en las encías.
3.- Realizar una profilaxis cada 8-9 meses para tener unas encías sanas.
En el caso de haber sufrido ya alguna enfermedad periodontal deberías realizarla cada 4 meses, aunque seguro que tu odontólogo ya te habrá indicado los pasos a seguir en el momento en el que te haya diagnosticado una enfermedad así.
En definitiva, son tres consejos muy básicos pero, al fin y al cabo, son los más eficientes para tener unas encías sanas y fuertes, sin enfermedades. Y lo más importante: ante las primeras señales de que algo no va bien como enrojecimiento, bultos, sangrado… te aconsejamos acudir a tu dentista en Mallorca para que el equipo de periodoncistas evalúen tu boca.
Señales de que a tus encías les ocurre algo.
Como acabamos de decirte, vigilar las encías y acudir a una clínica dental ante los primeros síntomas de enfermedad es fundamental para detectar a tiempo cualquier problema que afecte a tus encías. Es crucial que lo hagas en los siguientes casos:
- Sangran al cepillar los dientes.
- Están inflamadas.
- Tienen un tono rojo mucho más oscuro del habitual.
- Duelen al morder o al tocar determinadas zonas.
- Duelen y las piezas dentales que están en esa zona se mueven.
Unas encías sanas son unas encías de tono rosado uniforme, sin manchas ni heridas ni inflamaciones. No deben estar demasiado blancas ni demasiado rojas.
No las pierdas de vista y mejora tu higiene bucal como herramienta clave en el cuidado de tus encías. Debemos acostumbrarnos a prestar la misma atención que prestamos a las piezas dentales a otras partes de la cavidad bucal como es el caso de las encías, la lengua o el paladar, ya que la salud y la funcionalidad de tu boca depende de todas ellas.